Trovadores de lo Mistico

viernes, 11 de septiembre de 2015


Ya podéis disfrutar de la poesía oscura del Trovador de las Tinieblas. 
En el segundo volumen de la trilogía de poemas: Trovadores de lo Místico.



sábado, 29 de noviembre de 2014

La usurpadora



Donde la mente no alcanza a comprender
 el verdadero significado de la verdad, 
el héroe, 
cae en las fauces del olvido.

Surge despiadada una flor 
de pétalos firmes,
 con espinas mortales, 
con deseos prohibidos,
 de fragancia perversa, 
de pensamientos letales,
 en busca de cobijo.

Crece sinuosa
 en la simbiosis del destino, 
usurpando el trono alzado
 en lustros combatidos, 
hiriendo de muerte al héroe
 que junto a ti había crecido.
 Destruyendo el hogar
 donde el ciego había sobrevivido.

El veneno de su lengua, 
recorre por las venas del lacayo 
que naufragó en la orilla de sus piernas.

Y aun muriendo su intento 
de desvirgar la tentadora ofrenda,
 ancla el tiempo a su favor,  
secando para siempre el manantial
 de donde beben las promesas.


Una enfermedad 
que mutila lenta y suavemente
  la hermandad de los hijos del antaño, 
celebrando su muere, 
usurpando su legado, 
haciendo inútil el esfuerzo
 de los corazones que en la desgracia
 se habían aliado.

El Trovador de las Tinieblas 




jueves, 20 de noviembre de 2014

Súcubo

De los terrores de la noche, que perturban el sueño de los hombres, surge el azote de los débiles, un ser de mil nombres.

Un demonio, del infierno expulsado por lujuria,
Distorsiona la realidad bajo la caricia  la Luna.

Alimaña del averno, de mirada lasciva, delirante cuerpo de pecado, que la misma muerte esquiva.

De las ruinas de mi alma, buscas saciar tu gula, para liberar lasciva, los encantos de la burla, atrapando en tus garras, el corazón herido del ingenuo que no quiso ver, la frontera de lo prohibido.

Sucubo infame, destructor de recuerdos infantiles, adorador de promesas inútiles, de palabras susceptibles.


La alianza de los nombres que conquistaron el silencio, ofrecen en sacrificio, los placeres de la carne, el grito de los muertos y el oráculo divino.










El Trovador de las Tinieblas.

martes, 18 de noviembre de 2014

La cueva del Dragón


Empiezo a pensar,
 que el veneno me hizo volar.
Veneno que probé,
al besarte la piel.
 Eres el dragón
que escupió en mi corazón,
 devorando el pasado que,
 me hizo volver…
A tus pies.

La asfixia extrema
nubla mis pulmones.
 La inocencia quiebra
el metal de las sinrazones.
Fundiendo la explosión…
 En la cueva del dragón.

Eres la criatura vil que me hizo sentir,
 la lujuria extrema, del maldito elixir.
Recorreré la gruta que lleva tú olor.
 Mezcla de perfumes, éxtasis y sudor.
Tú danza infernal me guía…
 A la cueva del dragón.













El Trovador de las Tinieblas

lunes, 17 de noviembre de 2014

Hijos de la noche



Pierde el rey la batalla,
Cuando aparece la dama de la oscuridad.
Tiñe de negro la estampa,
Ocultando la tierra, el cielo y el mar.

Hijos de la noche, recogidos  en su inmensidad,
Despiertan bajo el manto, azabache de nocturnidad.

La crueldad que aparece, con traje de necesidad,
Hace que la sangre fluya, en una orgía de corrompida maldad.
Confundiendo el placer de la carne,
Con la matanza, en un instinto animal.

Vuelve a salir el sol, las tinieblas caen en su debilidad.
Mañana será otra noche, otra noche que será igual.
Somos almas perdidas, vampiros en la eternidad.














El Trovador de las Tinieblas

domingo, 16 de noviembre de 2014

EL maleficio de tu gloria



Piensas que la victoria, se tiende hacia tu lado,
Alzando el puño y cantando, por la batalla que se ha ganado.
Te honras con la épica. En Rey te has convertido.
Y en un baño de fracaso, el cuello has sumergido.
Por no templar, el acero de la ética,
Tu oponente ha sobrevivido.

De tus entrañas se libera, como la magia de un hechizo,
El mal que mancha tu sangre, la sangre del Rey que ha caído,
Por subestimar incauto, al dragón herido.
Quemando en su fuego, ese amor prohibido.

Caballero maldito, la batalla has ganado,
Pero la guerra la has perdido, por no haber estudiado.
La enseñanza del maestro, que te había confiado.
Cegando al antaño, que la gloria te había dado.

Acéptalo,
Que el poder que se te había otorgado,
Lo has perdido en sacrificio,
Por el fuego del dragón,
Así sea tu maleficio.









 El Trovador de las Tinieblas.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Aquelarre



En la víspera del Señor. En el “quinto" tras la luna, en la oscuridad de la maldad, se oculta la sombra que la mente nubla.

Las almas incautas que veneran al diablo, caerán en sus garras, sin poder evitarlo.

Y tú, diablo, ¿qué poder te queda perdiendo aliados caídos?, por dejarte seducir por la sombra de senos prohibidos, que ni en el más infame de tus sueños poseerás, donde sólo sufrirás el castigo, que el tiempo no perdona a nadie y a cada uno pone en su sitio.

Demonio tu que lo controlas todo y especulas desde el abismo, ¿cómo has permitido que una visión milenaria te empuje al precipicio?

Hoy es tu gran día, esta noche te celebran un aquelarre, donde mi sangre será vuestro vino y mi ausencia será la carne.

Brujas, hechiceros, incautos en una orgía donde el reparo llegó a su fin.
Más, entregáis inconscientes vuestra alma sin censura, para que vuestro señor se alimente, de vuestra fuerza y de vuestra mente, para borrar de su pasado, la alianza con la mentira y condenaros a su presente.

Seré pasto de una legión  de actos indecorosos, de calumnias malnacidas, seré ninguneado por quien me apoyó en la causa justa de  algún día.



En el aquelarre del "quinto" tras la Luna. Me salvé de caer ebrio de venganza, por no venerar al diablo ni beber copa alguna.








El Trovador de las tinieblas